"En un antiguo texto védico del Bhagavad Gita, el Señor Krishna le dice a
Arjuna: “Más que cumplir con tu deber, debes cumplir con el deber que
te corresponde.” Esta frase tiene un profundo y amplio significado. La
responsabilidad del cumplimiento del deber está enfocada al momento que
se vive. Las responsabilidades de los padres son diferentes a las que
tienen los hijos, como del empresario al trabajador, o las del profesor
al alumno. Abandonar la tarea que corresponde en cada fase de la vida es
una irresponsabilidad que tiene sus posteriores consecuencias.
La madre del perrito no abandona a su cachorro hasta que este comienza a tener capacidad para valerse por sí mismo. Abandonar cualquier situación es algo que debe ser mirado con lupa. Los años sabáticos no existen en la naturaleza. Si las nubes no hiciesen su trabajo, estaríamos comiendo piedras al año siguiente. Los planetas están en movimiento constante, como el universo expandiéndose continuamente. El cansancio y la rutina empujan a tomar decisiones inapropiadas.
Hacer las cosas por capricho y luego soltarlas muestra inconsistencia, falta de madurez y debilidad mental. Un capricho nocturno pasajero puede tener sus consecuencias, una ilusión matinal de conquistar el mundo del dinero también puede tenerla. Firmar una hipoteca de 40 años tiene una responsabilidad de casi media vida. Cada momento requiere tomar decisiones adecuadas. Si plantamos en un lugar y vemos que es mejor mover la planta a otro lugar, se puede hacer si el momento lo permite, pero cuando ha enraizado y ha tomado cuerpo en la tierra, trasplantarla sería aniquilarla. Hay pasos que se han dado y de allí saldrá un fruto, dulce o ácido, pero saldrá aquello que sembramos. Las ilusiones mentales que llegan a realizarse tienen tanto recorrido como otras muchas acciones. Cada acción conlleva la responsabilidad del autor, iniciar una acción es como una semilla brotando.
Benjamin Lacombe |
La perspectiva no debe
perderse nunca. Una madre puede haber asumido su papel por una llamada
casualidad, y si su hijo ya ha nacido, está en sus manos y en su corazón
cuidarlo y amarlo. Si la madre tiene una aspiración superior a la
materna, antes de soltar los brazos debería valorar la magnitud de su
vida, y aquello que ahora no puede hacer, tiempo tendrá de hacerlo más
adelante. Porque puede darse el caso de querer soltar los brazos de la
maternidad y luego no demostrar solidez ni alcanzar ni éxito ni
felicidad, demostrándose otra estúpida fantasía mental. La visión global
conviene tenerla presente porque en diez años se pueden hacer
muchísimas cosas, en veinte muchas más… Hasta los 25 años tenemos tiempo
para formarnos. Hasta los 50 mucho tiempo para hacer más cosas
importantes y consolidar muchos lazos adquiridos. A partir de los 50-60
años la madurez debe solidificarse en felicidad. A partir de los 60-70
el factor divino de la especie humana debe ir tomando cuerpo, porque la
espiritualidad está basada en la fisiología y no en las ilusiones o
fantasías mentales.
¿Por qué le dicen a Arjuna que no cumpla con su deber sino con el deber que le corresponde?, pues para hacer hincapié en el momento actual que está viviendo, se le pide que asuma su deber en cada fase, pero con una característica importantísima, cada acción debe ser realizada con el deber que corresponde a cada ser humano. Un caballo puede arar la tierra, pero si no es consciente de su labor, ha perdido una gran oportunidad. Un ser humano puede arar y además tiene la responsabilidad de ser consciente de su acción, porque tiene una capacidad que el caballo no tiene. La amplitud de una acción comienza desde su pensamiento, es nuestra responsabilidad experimentar la fuente del pensamiento como disfrutar del fruto de la acción. La burrada está en actuar sin sentido y siendo guiados por riendas ajenas.
Es nuestro deber ser felices y disfrutar cada fase de la vida. Cada paso debe contener el valor de la pureza del pensamiento y gozar de la pureza en cada acción. La ansiedad, correr a ciegas, como saltar al vacío es una irresponsabilidad. En cada fase debe haber acción y al mismo tiempo un sentimiento avivado de paz interior, así cumplimos con el principal deber que nos corresponde. La expansión de felicidad está garantizada, de esta forma cada fase sirve para ganar más Conocimiento. El destino se está escribiendo en cada fase de la vida. Sin gozo no hay camino ni meta. La gloria de la meta se disfruta cuando hay gozo interior, ese gozo que se va expandiendo en cada paso que vamos dando. Si alguien quiere saltar de su incómodo escenario, el mayor salto que puede dar lo hará sentado y con los ojos cerrados."
José Antonio Cordero
Director "Agricultura Védica Maharishi"
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