jueves, 13 de febrero de 2014

Los tres filtros de Sócrates

Sócrates se encontró un día con un conocido, que le dijo muy excitado: 

- "Sócrates, ¿sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?"

- "Un momento", respondió Sócrates. "Antes de decirme nada, me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro". 

- "¿Triple filtro?"

- "Eso es", continuó Sócrates. "Antes de contarme lo que sea sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo que vayas a decirme. El primer filtro es el de la Verdad. ¿Estás completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?" 

- "No, me acabo de enterar y..." 

- "Bien", dijo Sócrates. "No sabes si es cierto lo que quieres contarme. Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?"

- "No. Todo lo contrario..." 

- "Así que", le interrumpió Sócrates, "quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto. Aún puedes pasar la prueba, pues queda un tercer filtro: el filtro de la Utilidad. ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?"

- "No. No mucho".

- "Por lo tanto", concluyó Sócrates, "si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?" 

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